martes, 31 de marzo de 2009

Resumen del viaje, parte 1

No se porqué pongo parte 1 la verdad, pero bueno. Pues el viaje fue, para resumir, una pasada. Una pasada porque he tenido un suerte enorme, y yo no estoy acostumbrado a que salgan las cosas tan bien, ya que por experiencia lo que me suele suceder es que me pierdan las maletas o se me retrasen los vuelos hasta casi perder la conexión; pero esta vez fue todo sobre ruedas.
Vayamos por partes, como dice el buen Jack the ripper. Nada más llegar a la T4 no fue difícil encontrar el check-in the FinAir, principlamente porque hay un cartel enorme que lo indica a la entrada, y porque vi una fila de japones que, o estaban de procesión adelantada de Semana Santa, o esperando a facturar las maletas. Todo sobre ruedas, dejo las maletas, veo a la selección juvenil japonesa de fútbol, alguna abuelilla japa montándola y para el avión.

Me tomo un descafeinado, zumito de naranja y pastelillos varios, como un señor, y me voy a la puerta de embarque. Ni un segundo de retraso, perfecto, muy mal se tienen que dar las cosas para no llegar a la conexión, ya que hay una diferencia de casi 2 horas. Me monto y surge el primer problema, no hay sitio para guardar el portátil, pero no pasa nada, una pedazo de rubicunda finlandesa me echa una mano y logro embutir la maleta. Recordadme que me pase unos día por el norte de Europa, no hay sitio mejor para hacerse apasionado de la escultura que donde uno este rodeado de monumentos.

Pero vamos, no es para tanto, pensaréis, mucho decir que el viaje fue genial pero nada de nada; pues no, porque resulta que nada más sentarme en el asiento me fije en un chico que pasó a mi lado, cuya cara me resultó conocida. Decir conocida es poco, era un clega del master, cuando me fije un poco me di cuenta al momento. Es poco frecuente encontrarse a alguien conocido a un vuelo aFinlandia, pero que además se siente a tu lado, eso ya entra dentro de la coincidencia absurda de pelicula mala. Una vez más la realidad supera a la ficción. Un raro, hablando, otro rato durmiendo, y otro aguantando las ganas de matar por culpa de la pavita que teníamos delante que roncaba como una becerra, se pasaron las 4 horas y media de viaje rapidisimo.

En Finlandia nos encontramos, rodeamos de nieve como debe de ser. Mi vuelo no espera y me tengo que despedir de mi colega que se quedará unos días por temas de trabajo, ya me encamino a la puerta de embarque, sin ningun problema porque ya nos la anunciaron antes de aterrizar. La encontré sin ningún problema, el aeropuerto de Hensilki, mal escrito, cabe en el bolsillo derecho de la T4 (para los que vayan en breve a Nagoya les doy una pista: los vuelos de largas distancias salen de las puertas 31 a 33).

El embarque en el siguiente vuelo va sobre ruedas, a su hora, sin apelotamientos, veo a la selección japones juvenil de baloncesto (curioso), y me monto. Antes de estar dentro me fijo qe tengo un número de asiento muy bajo, el 6J, y pienso: vaya, estos números corresponden normalmente a los asientos de primera, porque son los que están delante en el avión. Como yo de turista no subo, mi primera intención fue meterme con toda la peña en la zona de "economic class", per para mi sorpresa, reparé en que los números empezaban en el 20. Pero que pasando aquí. Agarro el portatil y me lo echo al hombro, remontando avión arriba esquivando os astucia y nervio para uno de los japos que me iba encontrando por el camino; uno, dos, tres..., lo estaba dando todo cuando encontré la panacea hecha asiento. Allí estaba, relucía como el mismisimo lucero del alba..., sus formas sinuosas, su tez suave y aterciopelada...; creo que llore, allí arrodillado a los pies de mejor asiento que había visto jamás, fue un enamoramiento a primera vista. Tras frotarme los ojos hasta casi arrancarmelos, y comprobar 4 o 5 vees que no me había confundido, simplemente me senté...; un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, aquello era otro nivel: asiento individual, reclinable hasta convertirse en una cama, televisión individual, mando a distancia incorporado, posibilidad de ver peliculas recien salidas en el cine, videojuegos, videos musicales, series de todos los gustos y colores...; todo, absolutamente todo. Solo dire una cosa, estaba tan bien que cuando llegamos no me quería bajar, den hecho, ni me enteré del viaje y eso que fueron 10 horas..., en dos palabras, espectacular.

Pues vale, ya estamos en Nagoya después del viaje de mi vida. He de decir que pasé algo de miedo en el vuelo, por una sencilla razón, estaba saliendo todo demasiado bien, y eso no era normal; realmente pienso que en estos casos toda la mala suerte viene de golpe..., hubiese apostado a que el avión se iba a caer a mitad de camino, la densidad de fortuna cerca mía era ya demasiada.

Bueno, como no quiero aburriros, dejo el resto de lo que pasó ese día para la próxima entrada, cosas como el encuentro con los compis del piso y el propio piso. Pues eso, os dejo en el intringulis como el los viejos tiempo. Mañana más en el mismo canal y a la misma hora.

Dicho esto, adios, salud y República.

QUE NOS PIRAMOS CHAVALES! AHÍ OS QUEDÁIS

domingo, 29 de marzo de 2009

Ya estamos de vuelta chavales

Pues ya estamos aquí otra vez, dispuesto y preparado para montarla en Japan, eso sí, esta vez la cosa promete todavía más que el año pasado...; y os preguntaréis por qué, pues muy fácil, porque mi vida de hermitaño se ha acabado.
Para todos aquellos "afortunados" que el año pasado seguieron fielmente mis peripecias, recordaréis el terrible lugar en el que estuve decluido, junto a las ovejitas, allí en lo alto del monte..., pero se ha acabado, BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN, me voy a vivir a Nagoya, a la misma pomada.

Pero pensaréis, este va aquí de guai pero nada de nada, como el año pasado, mucha casita en Nagoya pero de casa al curro y del curro a casa; pues no, porque este año me van a sacar de paseo, me voy a ir a vivir con tres japonesitas bien majas, que seguro sabran aguantarme, llevarme de juerga y demas cosas para que al fin pueda hacer algo de vida de verdad en los japones.

Puedo prometer y prometo, que nada más llegar a Japón sacaré fotos de mis compis y del cubiculo donde moraré los proximos meses.
En resumen, espero que este año no tenga tiempo para escribiros, cosa de la os alegraréis si es que de verdad me queréis un poquito, porque el lema será: YES WE CAN.

Saludos cordiales, salud y república.

He dicho.

Añado cierta fotografia que no dejará a nadie indiferente.



YES WE CAN