miércoles, 27 de mayo de 2009

Fin de semana curioso

Otra vez viernes, y esta vez a penas tengo tiempo de pasar por casa para dejar el portafolios, porque he quedado con Matt en su apartamento para cenar y echarnos unas partidas a la xbox. Me llama a eso de las siete, como ya me había avisado, así que tiro para allá. También estaba otro colega de Matt, de Texas, que habla español al estilo mejicano, muy majo. Nos pusimos a jugar hasta eso de las nueve y algo cuando llegó Yuka, y nos pusimos a cenar. Para eso de las once ya volví, cuando ya la cerveza empezaba a hacer estragos en la panda.

Sabado, no llueve, por lo que me voy a correr un rato, lo de siempre, y leugo me voy a ver una peli como siempre, esta vez Angles y demonios, eso sí, en japonés, porque la sesión en inglés pillaba tarde y no tenía demasiadas ganas de esperar. La peli acabó sobr elas siete, por lo que para y media ya estaba en casa. Cuando llegué Daisuke estaba ya preparándose para pirarse, como siempre, que este para en casa lo justo. También esta la compañera, que curiosamente también estaba vestida y preparadita para salir, así que le pregunté si se iba de fiesta o algo, a lo que ella me respondió negativamente. No esperaba mucho más de ese día, por lo que agarré el portátil y me puse en el salón a ver alguna serie chorra de las mías. Al rato, mi compañera sale de la habitación y me propone ir al karaoke. No voy a profundizar más en el tema por motivos varios, simplemente comentar que salimos de casa a las 10 y volvimos a las 6 de la mañana; 8 horas en las que nos dio tiempo de cantar todo el repertorio, desde la Bamba, hasta unas cuantas en inglés y por supuesto algunas en japo, por supuesto, todas convenientemente ultrajadas por mi aterciopelada y carismática voz angelical del aberno.

Al día siguiente, me levanté "algo" tarde, sobre las dos de la tarde. Nadas salir de la habitación y dspués de pegarme una ducha, notando en mi garganta los efectos de 8 horas de berridos ininterrumpidos, mi compañera me dijo si le ponía una peli que le había bajado de internet, y nos pusimos a verla. Ese mismo día a las siete vinó Yuka y el resto de la panda porque se celebraba el cumple de la susodicha. Estuvo bien, fue agradable, hasta eso de las 10 y media que la gente se largo, ya que los currantes mañana madrugaban, y allí a todos nos tocaba pringar.

No hay datos gráficos de ninguno de los eventos, siento comunicaros, otra vez será.

Dicho esto, adios, salud y República.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Visita por la inmobiliaria

Eso fue lo más interesante del fin de semana, porque volvió a llover mares tanto el sábado como el domingo. El vienes por la noche fui hasta casa de Yukako, también estaba el resto de la panda. Más o menos lo de siempre, cenamos juntos, estuvimos viendo una peli de Shin chan y poco más; la gente empezó a irse sobre las once, excepto mi compañera de piso y Shihoko que se quedaron a dormir allí. Cabía la posibilidad de que yo también me quedase a dormir pero la idea de dormir en el suelo no me hacía demasiado, y menos si al día siguiente tenía que levantarme a una hora razonable para ir a la inmobiliaria, por lo que a eso de las once y media yo también me fui. Me aventuré a volver a pie y la verdad es que está muy cerca de mi apartamento, a penas un cuarto de hora andando; casi se tarda ás en metro que a pata.

El sabado me levanté para eso de las diez, porque tenía pensado ir a hacer algo de deporte antes de lo del piso, pero como estaba lloviendo, nada de nada. Para eso de las doce salí de casa, había quedado con el colega de la agencia sobre la una, pero necesitaba el tiempo porque el sitio en cuestion estaba relativamente lejos, más allá de Sakae; calculé que casi media hora andando aunque en realidad era algo menos, pero bueno, como no sabía bien donde quedaba el sitio, preferí curar me salud e ir con tiempo de sobra. Lo gracioso del tema es que, para aparentar ser gente seria, me puse el trajecito y la corbata (fotos que podréis ver al final), no fue el caso que pensasen que era un mangarran y no me alquilasen el piso en cuestión, que aquí se miran mucho esto y hay que andarse con cuidado (parecía de la Yakuza con el trajecito, daba un poco de miedo, ¡la mafia ha llegado!).

Quien me atendió era un comercial bastante majo, que hasta me ofreció un cafe con hielo. Lo curioso es que debía ser hijo de inmigrantes porque su apellido era Chino, aunque él solo podía hablar en japonés; de inglés a penas dos palabras y mal dichas. Logré entenderme con él, aunque ciertamente no me costó demasiado, tal vez porque iba concienciado de que me convenía enterarme bien de la pelicula para evitar problemas o mal entendidos. Me contó básicamente que ya era un poco tarde para buscar un apartamento para Agosto, estaba casi todo pillado, y era todavía más complicado el hecho de que necesitase dos y en las mismas fechas. Al final me sacó unos apartamentos minúsculos a 15 minutos andadndo de la estación de Nagoya central, con todo la equipación pero pequeños, a penas 18 metros cuadrados. Meter ahí dos personas es difícil, pero tres ya es misión imposible. Dado que no había más opciones, quedé en que me lo pensaba hasta el lunes y le daba una respuesta. Después ya volví para casa.

Ese mismo día por la tarde, Yukako y Matt vinieron por casa. Estuvimos hablando del tema del piso, y al igual que a mi, les parecieron pequños y caros ( 320,000 yens es decir 2500 euros). Hablando con ellos llegué a la conclusión de que era inviable, sobre todo cuando tras mirar el internet, me encontré que los bonos d etren para el Shinkasen (como el AVE) son brutalmente caros ( 20 viajes casi 2500 euros). Se hacía imposible para mi estar viajando todos los dias, por lo que el plan para el verano debía de cambiar radicalmente. Ahora estoy meditando cual es la mejor opción, que posiblemente pase por ir de hoteles y evitar viajar todos los días. Ya veremos como me arreglo, el plan todavía está fermentando.

El domingo a penas lo vi, porque en un acto de desvergüenza me levanté a las tres de la tarde, y claro, poco se puede hacer en tal caso, limitándome a quedarme en casa y mirar por la ventana lo mucho que llovía. Así se pasó el día, sin pena ni gloria.

Aquí las dichosas fotos:







El más malo del lugar

Dicho esto, adios, salud y República.

martes, 12 de mayo de 2009

Nuevo finde a lo que venga

Pues lo dicho, en principio no había nada que rascar el finde, pero se hizo lo que se pudo. Os cuento.

Se me ha dado por ir a la mañana a hacer algo de deporte a un parque que tengo cerca, donde está el museo de la ciencia y el de arte contemporáneo. es un sitio bastante grande, por lo que viene bien para hacer algo de carrera, y como además hay una esplanada grande de arena y cesped, pues puedo tambien hacer algo de ejercicio de suelo. Como suelo acostarme algo tarde los viernes, por culpa de la consola, pues el sabado no suelo espabilar antes de las 11:00. No mucho más de una hora que me canso. A falta de nada mejor que hacer, pues me fui al cine, al mismo de siempre, a ver otra japonesa llamada Goemon, que la verdad no estuvo mal del todo, se puede ver. Tras comerme la hamburgesa de rigor ya volví para casa, tras una breve visita por la tienda de videojuegos de Ohsu, sin encontrar nada que mereciese la pena. Lo único simpatico de todo el día sucedió a la una y media de la mañana, cuando llegó Daisuke y lo acompañé a devolver unas pelis y unos comics a una tienda cercana, bueno no tan cercana, porque aun tardamos unos 10 minutos en bicicleta. Eran las tres y pico de la mañana cuando me fui a sobar. Un día de lo más
面白くない, pero bueno.

El domingo tenía pinta de ser más de lo mismo, y de hecho empezó igual, porque fu al parque a eso de las 12, pero esta vez se me ocurrió, cuando ya volvía para casa, pasarme por la cancha de baloncesto que me queda cerca para ver si había partido. De lejos pude reconocer a Riko, el chico americano que había conocido la primera vez que fui por allí, por lo que me animé a pasarme a ver si me echaba una pachanguita. Vaya con la pachanga, hasta las cuatro de la tarde jugando. Se juntó un montón de gente, debiamos ser casi treinta personas, y aquello parecía la ONU, había Coreanos, Chinos, Filipinos, Americanos, indios y demás; tuvo su gracia. Yo iba con Riko en el equipo, debimos jugar como diez partidos seguidos hasta que ya no pudimos más, no consiguieron ganarnos, y eso que había algunos chavales que tenían maneras. Llegué a casa que casi no podía ni andar, destrozado, sobre todo porque no había ni desayunado ni comido; aun hoy tengo unas agujetas terribles, pero fue divertido, mereció la pena.

Ese mismo día, por la tarde vino Yuka y me echo una mano con la búsqueda del apartamento para Agosto. Primero buscamos por internet y luego ella llamó a una de las inmobiliarias. Quedaron en llamarme, cosa que hicieron el lunes; menudo aleo para entenderlos, no me llega el japonés para tanto, por lo que tuvo que mediar una de las operadoras que sabía inglés. Al final acordé que el sábado iría por la inmobiliaria, a ver la que monto.

Así se acabó el finde. Planes para el futuro, una visita fugaz por Tokyo, pero todavía me estoy pensando el plan, ya os contaré.

Respecto a ciertos jaleos con conpañeras de piso parece que las aguas han vuelto a los cauces de la lógica, la relación ha mejorado, ya me habla y esas cosas, por algo se empieza.

Dicho esto, adios, salud y República.

miércoles, 6 de mayo de 2009

La semana dorada menos dorada que nunca

Como ya sabéis del año pasado, aquí la Semana Santa como que no llega, pero un mes más tarde tienen su propia excusa para estar unos días de vacaciones, unos tres días de sopor y aburrimiento.

El fin de semana pasado no fue demasiado brillante que se diga, el sábado me fui a la peluquería, la misma que el año pasado, que está cerca de la estación de Nagoya central. Tras unos minutos haciéndome entender con las recepcionistas, muy de buen ver, me pasaron inmediatamente con "mi estilista", el mismo que el año pasado. Allí estuve unas tres horas..., y después del suplicio hasta tuve que pagar, ni más ni menos que 17.000 yenes, osea, 130 euros, es decir, la madre de todas las hostias. Después de la pelu, entre estertores de muerte y espasmos de mi maltrecho nonedero, se me ocurrió ir a ver una peli a un centro comercial cercano. Me fastidiaron 1700 yenes más, casi 13 euros, para ver la segunda parte de una japonesada que había empezado a ver en la tele y me había hecho cierta gracia. La lie un poco porque me confundí de sala al principio, hasta me llegé a sentar y todo, pero el hecho de que llevase ya media pelicula y que básicamente esa NO era la peli, me animó a levantarme e irme a donde debía. Ese día no tuvo mayor historia.

EL domingo tocó ir de compras. Básicamente Yukako necesitaba cosas para el piso nuevo, y nos recorrimos Matt, Daisuke, ella y yo todos los centros comerciales del centro de Nagoya. Cuando ya no les quedaba manos para comprar más, nos endilgaron las cosas y nos mandaron para casa, mientras ellas seguían comprando...

Con esto llegó el lunes, supuestamente día de trabajo para mí, por lo que hice lo de siempre: levantarme a las 6 y media de la mañana, ir a Tajimi, llegar a NIFS y..., aquello estaba desierto, ni dios. Me dio tiempo a sentarme y reflexionar..., ¿qué pinto yo aquí?, por lo que fue a ver a mi jefe con el que había hablado de venir el lunes..., no estaba..., la puerta cerrada y la luz apagada; era un hecho confirmado, acaba de serme otorgado el título de rey de los gilipollas con caracter vitalicio y hereditario. Tras montar en cólera por mi propia estupidez, no perdí un segundo en largarme a pillar el bus de vuelta para la estación, aunque claro, tenía que bajar el monte para pillarlo porque los días festivos el autobus no llega hasta allí. De nuevo la suerte se alió conmigo, ya que desde el otro lado del paso de cebra fue testigo de como el autobus se acercaba, para y se largaba, cosa que me pareció maravillosa, incluso más linda todavía cunado me acerqué a los horarios y contemplé agradecido que aquel era el último bus EN LAS PROXIMAS DOS HORAS. Cagándome en todo el panteón allá me tuve que ir a pie monte arriba para buscar la parada de otra línea, que media hora de escala después pude encontrar. La especacularidad del día acbó ahí, ya que el resto del tiempo tocó estar en casita con una fufaz visita a Yukako en su casa ya por la noche.

Martes, ayer mismo; había un plan pero se fue a la porra porque llovió, al igual que hoy. Consistía en irse de barbacoa, pero lloviendo como que se complica el tema, por lo que yo propuse hacer unas tortillas de patatas a lo que nadie puso impedimento. Eran las 6 de la tarde y me puso a cocinar, a mi ritmo. Eran casi las 8 y yo llevaba hechas dos tortillas y media, sí lo se soy un poco lento, momento en el que entra Yukako a casa y le digo, vaya eres la primera, nadie a llegado todavía. Ella me mira extrañada y dice: ¿la primera...?, es que viene alguien más....
La primera reacción podría haber sido posar mi culo en las tortilla ya hechas o arrojar por la ventana las patatas que estaba friendo, pero por suerte Yukako se justificó: no es que al final están en mi casa, vamos para allá. Con toda la molestia que supone, allá embalamos todo y no fuimos. Todavía me tocó cocinar una hora más para preparar las 4 tortillas, mientras el resto hacía takoyaki, es decir, unas bolas de masa con cosas dentro (en este caso no era pulpo lo que tenía dentro, así que de takouyaki nada de nada). Nos reunimos sobre 12 personas, entre los que había un chico chino y una chica japa que no conocía; a él me lo presentaron a ella no, pero tampoco pasa nada, era bastante chillona aunque estaba de buen ver, parecía maja. Después jugamos un rato a la Yenka (un rollo de apilar palos hasta que alguien tira la columna y la lía) y un juego de cartas donte tenía que hacer lo que te mandaba la carta ern cuestion; no salí demasiado mal parado, solo tuve que imitar a un perro, decirles a todos lo mucho que los odiaba, enseñar mi pasaporte, hacer 30 sentadillas, obligarle a NAtsuko a hacer el pino-puente y a sacarle a Shihoko un boli de entre las tetas...

Hoy miercoles, se resume el día diciendo que no he hecho nada de nada, cero patatero. Mañana a currar.

Dicho esto, adios, salud y República.