martes, 4 de marzo de 2008

Primer día de turismo en Nagoya

Eran las 8 de la mañana y ya no aguantaba más en la cama, haber dormido por la tarde me había trastocado un poco el horario pero tampoco quería perder el tiempo debajo de las sábanas. Me levanté, me duché, me puse la ropita nueva y a la recepción. No estaba la japa que sabía inglés, así que me entendí a medias con el coleguita, que me dijo que el desayuno era gratis, y me podía hinchar a jalar, cosa que hice, porque me tomé un café con leche en tetrabrick, un pastelillo, un sandwich de no se que, otro tetrabrick de leche, y como no, un onigiri, oseasé, un triángulo de arroz rodeado por alga relleno, en este caso, de curry.
Con la barriga llega, onaka ga ippai, me piré a la estación, me subí al tren y pa Nagoya me voy. La verdad es que fui previsor, porque el día antes me preocupé de buscar el plano de trenes y metro de Nagoya y apuntar las direcciones de los lugares interesantes. La verdad es que no era complicado, me bajé en la parada de tren llamada Chikusa, la que tenía conexión con la línea amarilla de metro. Todos los sitios a los que quería ir quedaban al lado de esta línea, no tenía pérdida. Otra cosa fue sacarme los billetes de metro, me tuve que acabar enfrentando a la máquina infernal del día anterior. Con cierto disimilo estudié como varias personas lo hacía, y al final no era nada del otro mundo, pero claro, como pasa con todo, da igual lo fácil que sea que como no sepas...
Bueno ya estoy en Nagoya, me bajo en la estación de Fushimi y me pongo en camino hacia el museo de la ciencia. Como no podía ser de otra manera fui en dirección contraria, y después de patearme toda la manzadna, casi 30 minutos, acabé llegando al castillo de Nagoya. Bueno, tenía pensado ir igual asi que..., pos vale. Siento decir que no hay reportaje gráfico, cuando me quide dar cuenta la cámara estaba descargada y el móvil en el hotel; gran cagada.
El castillo una pasada, aunque en realidad está reconstruido porque los yanquis se lo cargaron durante la segunda guerra mundial. Estuve dentro y en los alrededores, en los jardines, muy chulo; casi 2 horas y media que merecieron la pena. La entrada valió 500 yenes.
Al salir fui a un parque cercano, pero ya estaba algo cansado, por lo que le di una vuelta rápida, vi a unos japos jugando al beisbol, y puse camino al museo de ciencia, esta vez en el camino correcto, es decir, deshace lo andado y un poco más.
Realmente es un edificio grande, ocho plantas llenas de experimentos todos explicados en correctísimo japonés, pero de inglés los título si eso. Me di un paseillo por dentro, atestado de chavalines. La entrada general más sesión de planetario me costó 600 yenes, bueno el planetario fue en japonés tmabién, que se le va a hacer. Eran ya las 4 de la tarde y literalmente doblé, muchas horas de pie. Nada más salir del museo había una plaza enorme donde había un grupo de chavales japos baliando para para, entre ellos una chavalita disfrazada, como no, de doncella.
El día llegaba a su fin, agarré el metro y el tren y de nuevo a Tajimi. Mañana toca ir al trabajo, bueno, encontrar el trabajo, pero eso lo dejo para otro día. Adios.

2 comentarios:

ruben dijo...

Valla lio lo de apuntarse a la pagina y meter comentarios... Soy Ruben por si esto no aparece en ningun lado... Jaco te veo echo un profesional , un natibo ya de alli. Acabo de leer todo el diario de tiron por que el sabado no tenias nada puesto aun ya soy fan del diario... Sigue asi. Por cierto deverias de haber cojido la targeta esa de la tv porno japa ... Por provar y ver diferencias y esas cosas... Un abrazo chavalote.

Astarrag dijo...

Hola Jacobo¡¡

Aqui tu hermano me enseño tu blog y yo como ferviente entusiasmado con japon lo leo con la misma pasion....

Esperemos que encuentres la maleta si no....


Ruven enpieza a escrivir vien de una bez